Una sala de diálogo, diferentes instituciones y una idea simple que lo cambia todo: si detectas antes, acompañas mejor. Así resumió el Dr. Fabian Arturo Cabrera Bertoni, miembro de Mensa, su participación en el conversatorio técnico organizado por OPS/OMS México, en coordinación con la Secretaría de Salud, para fortalecer la cooperación interinstitucional alrededor del Código RESPIRA.
El encuentro reunió a profesionales y tomadores de decisión de SPSBP, IMSS, ISSSTE, CONASAMA y la Secretaría de Energía, entre otras instancias. En el marco de la Semana Nacional de Salud Pública, el foco estuvo en un punto crítico: la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y el tabaquismo, dos desafíos donde la atención primaria puede hacer la diferencia si hay criterios comunes y rutas claras.
“El Código RESPIRA consiste en políticas sanitarias consensuadas por expertos para cuidar la salud respiratoria de la población mexicana”, explica el Dr. Cabrera Bertoni.
En lugar de una lista suelta de acciones, RESPIRA propone una coreografía entre prevención, diagnóstico temprano, educación y seguimiento. La idea es alinear lo que pasa en el primer nivel de atención con derivaciones oportunas y con entornos comunitarios más saludables, especialmente libres de tabaco. No se trata solo de tratar la enfermedad cuando avanza, sino de cambiar su historia natural.
La pregunta clave, entonces, es cómo llevar este enfoque a miles de consultorios y unidades de primer contacto. Para el Dr. Cabrera Bertoni, el obstáculo número uno no es filosófico, es práctico: el acceso al diagnóstico oportuno.
“La principal barrera es el poco acceso al diagnóstico desde el primer nivel. Necesitamos estandarizar criterios clínicos y, sobre eso, definir líneas de acción operables.”
Estandarizar significa que una persona con síntomas compatibles reciba la misma evaluación inicial, sin importar en qué unidad caiga. Significa que las y los clínicos dispongan de señales tempranas, de caminos de referencia pactados y de materiales para educación que sean consistentes. Supone, además, que la población reconozca las señales para acudir a consulta y cuente con programas accesibles para dejar de fumar.
La otra mitad del reto ocurre “tras bambalinas”: coordinar. El Dr. Cabrera Bertoni participó desde la óptica de las políticas públicas sanitarias, empujando propuestas costo efectivas y fáciles de implementar para quienes ya viven con padecimientos respiratorios y para quienes aún pueden prevenirlos. La coordinación interinstitucional busca que los datos relevantes fluyan, que los procesos se estandaricen, que la referencia y contrarreferencia de pacientes sea más rápida y predecible.
¿Y el ciudadano común, qué papel juega? Mucho más del que parece. En salud respiratoria, los entornos importan. De poco sirve diagnosticar mejor si la persona no puede dejar el tabaco o vive en espacios sin ventilación. Ahí es donde educación y acompañamiento se vuelven el puente entre el diagnóstico y la vida cotidiana.
“El Código RESPIRA, impulsado por CENAPRECE, OPS y OMS, busca cambiar la historia de las enfermedades respiratorias con detección temprana, educación y acompañamiento. No se limita a tratar, empodera a la población y promueve un sistema más preventivo y coordinado.”
El Dr. Cabrera Bertoni también quiso dejar un mensaje de reconocimiento.
“Agradezco a las instituciones que confiaron en mi participación dentro del grupo de expertos..”
Al final, el mensaje es sencillo: cuando las instituciones se escuchan, acuerdan criterios comunes y miran los costos con lupa para facilitar el acceso, la salud pública se mueve. ¿Qué sigue? Convertir ese consenso en prácticas visibles en el primer nivel, medir lo que funciona y sostener el acompañamiento para que respirar mejor sea la norma, no la excepción.
Si quieres saber más sobre el trabajo de la comunidad Mensa en temas de impacto social, sigue nuestras redes y comparte esta nota con profesionales de salud y tomadores de decisión en tu localidad.
